domingo, 15 de junio de 2008

Vocación del hierro

Vamos vida golpéame fuerte
más fuerte que el mar
rompiendo la fugacidad del horizonte
Vacíame pronto la ira acumulada
el temblor casi roto
con que deshago tus tumbas
Golpéame desálmame vomítame
línchame si es lo que quieres
Soy un hombre a penas bueno
pobre como el aserrín de las chimeneas
y la levadura que te espera
a la orilla del río
Vamos vida deslinda mis fronteras
de niebla y escarcha apozonada
despójame de estos falsos cascos
y estas sucias espadas
con que aprendimos a herirnos
Húndeme en tu solsticio eterno
en tus caldos de flores fatuas
vacíame del aire errático
que nos asfixia durante el otoño
oxídame con tu sal
y tu aliento improbable
Prende a mí tus hojas llenas
adhiere tus ventiscas frívolas
tus fragancias que dibujan mi frente
y se quedan conmigo hasta el amanecer
Enséñame la paz sepultada
en tus fondos finales
la clara perplejidad con que iluminas
nuestros felices vicios
Ponte al frente de la última batalla
esa que aún no empieza
y con la que se despiden los amantes
abrumados tras deshojarse mutuamente
Para ti vida qué violencia
qué asalto qué furia qué temor
subyugando
retorciéndose en el pecho
incorporándose a mis pasos
rompiendo el arrullo tierno de tus alas
Pero vida quédate
de una vez conmigo
mece mis cunas y dame de comer
soy el pescador que sueña
dormido en la borda del tiempo
el silencio que ansía
contenerlo todo en un solo suspiro
Ya ya
deja que el ocaso
atraviese con sus dardos
estas lenguas moribundas como espectros
la gruta árida donde perecen mis otros
el cuerpo yelmo que quiere
hacer justicia a punta de rieles
Deja que un nuevo pueblo nazca
para siempre de nosotros
y con él fenezca
hasta el último fragmento de miseria ignorada
la culpa enterrada de los hombres
el sentido y su nación inverosímil!!
Vida de ti no tengo escapatoria
soy tu jinete a cuestas
tu mejor escondite
debajo de las palabras sin decir
Deja ya de hablar
Vida mía
nuestra unión será ardua
como el aire y su misión perpetua
implacable
como el destino
justa
como la vocación del hierro.


Temuco, 10 de junio de 2008

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