martes, 15 de diciembre de 2009

Cegado ya de luz

Traigo para ti la mitad de un rayo

que encontramos a mitad de camino

Sentado iba en la acera dibujando

un racimo de flores vivas

que vengaban al cielo y su flaco favor

Unimos así nuestros besos

en una estela se fueron volando

dejando tu nombre inscripto en tela fina

para el destino inacabado de la lluvia

Vinimos sin detenernos siempre

postrados en ancas dejamos

nuestros caballos sin acero sin duelo

destruimos el polvo que mascamos

En el norte un poco de cicuta

fue nuestro alimento

en el extremo la cal divorciada

sujetó nuestros pies a la tierra

Antaño nos dijeron volveremos

La patria es para los que parten lejos

para los que sólo siembran paciencia

sin un peso en los bolsillos

sin codicia sin malicia sin franquicia

Para los que mueren en el mar

mirándonos apenas a la cara

para guardarnos un pedazo de verdad

la misma que quitamos al regazo

a la hora en que se duerme el hambre

y tiembla la carne bajo la noche quejumbrosa

Tendrás que vestirte de nuevo

amanecer desnudo para que otros te vean

calcar en tu alma la sal robada

sembrarla cuidadosamente y sin ruido

en la mitad del camino

medio dormido bajo la lluvia

provisto de árboles

dubitantes como lechuzas

cegado ya de luz

Temuco, 7 de septiembre de 2009