viernes, 28 de mayo de 2010

Sin proponértelo cada mañana

Vienes a mí

Porque sin quererlo

Habitas ya en mí

Fluyes en mi sangre como la mía

Bombea en tu corazón

Te veo en el polvo

De una nube desciendes

En un haz de luz te conviertes

Sin quererlo

cada noche

se cifra un poco de esperanza

Junto a la luna de otoño

brota sin más la fe

crece el jardín que sembramos

corremos sin prisa

en el arroyo de la vida

Porque de noche siempre

alcanzamos los secretos

de nuestra unión imposible

Busco en mi pecho esa luz

que sólo la intemperie puede dar

Sin proponérmelo soy cada noche

Tu propia noche

Porque sin quererlo

brillamos en ella

como nuestro amor

en las estrellas

Temuco, 6 de mayo de 2010

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