Vergüenza te da la vida
si rompes cada objeto
que puebla tu alma
Invisible quieres ser
mientras dure el té
sin azúcar
de la miseria
que te despedaza
Llanto amargo
se transmite
si robas la fruta
del jardín
en que quisimos
ver nacer a nuestros hijos
Es tiempo de salir
de la inocencia ponzoñosa
que te envuelve
Es hora de recordar
que existes culpable
por no nacer a tiempo
Diste paso al otoño
cercaste de ansias
los regalos que nos quitó
la suerte
Vergüenza debiera darte
si no puedes decir
lo que sientes
ni escapar
de tu lenta muerte diaria
Hay un ojo que te mira
sin descanso
a través del cerrojo
de la puerta
entre medio del aire
escapando de su propio ahogo
Nada te disculpa
hoy día
En otra vida
pagarás tus deudas
caerás como estrella
al camino del pasado
Que se ría
de ti el hambre
insaciable que te devora
la culpa honda
que perfora tus nervios
el precipicio ciego
que te vio parir
los siglos difuntos
que te conformaron
Dame un respiro
para taparte la boca
Es tanto lo que aún no aprendes
lo que dejaste de escuchar
a costa del ruido
mudo de las fiestas
Es tan poco lo que tomaste
y menos lo que a cambio diste
Vergüenza debiera darte
Vergüenza debiera darte
Temuco, 20 de julio de 2009
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